DESPERTARES
Aquí́ aprendimos que nuestra historia no comienza ni termina con un hecho violento, por duro que haya sido…
La obra “Despertares” pretende que el público trascienda del rol de observador al rol de interlocutor, a partir de la conversación directa con sus protagonistas y de la disposición de preguntas reflexivas ubicadas a lo largo de la obra; asumiendo que un camino de reparación integral comienza cuando la sociedad y el Estado reconocen la responsabilidad sobre los hechos de violencia que se han infligido sobre las mujeres a lo largo de la historia, en contextos de conflicto armado y fuera de ellos.
“A partir del testimonio se construye una versión compartida de los sucesos de violencia que contiene historias personales, detalles de acontecimientos, señala a los responsables de los crímenes, pone en un lugar a la víctima y en otro al victimario, exige derechos y narra las capacidades y resistencias de las víctimas; todo bajo el hilo conductor de la identificación emocional con la víctima. La conformación de comunidades emocionales logra “tejer vínculos de identidad y reconocimiento entre quienes han experimentado la violencia y el conjunto de la población civil” (Jimeno, 2010, p. 3).
“A partir del testimonio se construye una versión compartida de los sucesos de violencia que contiene historias personales, detalles de acontecimientos, señala a los responsables de los crímenes, pone en un lugar a la víctima y en otro al victimario, exige derechos y narra las capacidades y resistencias de las víctimas; todo bajo el hilo conductor de la identificación emocional con la víctima. La conformación de comunidades emocionales logra “tejer vínculos de identidad y reconocimiento entre quienes han experimentadola violencia y el conjunto de la población civil” (Jimeno, 2010, p. 3).
¿Cómo se desarrolla la iniciativa?
Despertares se construye en el marco de un proceso de acompañamiento psicosocial orientado a que las mujeres pudiesen avanzar en la elaboración de los impactos generados por los hechos de violencia; así como, reconocer la importancia de generar transformaciones en el sistema de creencias de la cultura patriarcal que mantiene la violencia de género y que la ha legitimado en el contexto del conflicto armado y fuera de éste.
Para el desarrollo de Despertares, se hizo uso de la técnica narrativa complementada por la fotografía. El ejercicio narrativo permitió transitar desde la vivencia individual hasta llegar a construir una visión colectiva; además, aportó elementos para transformar los relatos asociados únicamente al dolor al hacerse énfasis en la capacidad de recuperación de las mujeres.
Por otro lado, la fotografía contribuyó a que las mujeres reconocieran su propio cuerpo, validaran su imagen corporal y re crearan su identidad por medio de imágenes que develan su intimidad y su esencia, la cual han luchado por preservar a pesar de que la violencia pretendió arrebatárselas.
Finalmente, con los espacios de reflexión construidos con las mujeres se buscó cuestionar los supuestos que existen sobre el cuerpo femenino, la dominación de éste y su uso como botín de guerra dentro del conflicto armado; avanzando en visibilizar la necesidad de transformar imaginarios sobre la mujer y la violencia sexual en la sociedad.
“Me voy dando cuenta que no repito mi testimonio de la misma forma. Claro, el llanto es inevitable, pero antes como que ese momento de tragedia me dominaba, me encerraba. Ahora, puedo manejar más la situación. No se trata de dejar atrás las cosas, sino de hacerlas conscientes”
“Me voy dando cuenta que no repito mi testimonio de la misma forma. Claro, el llanto es inevitable, pero antes como que ese momento de tragedia me dominaba, me encerraba. Ahora, puedo manejar más la situación. No se trata de dejar atrás las cosas, sino de hacerlas conscientes”
Al estar juntas en este proceso y tener la posibilidad de escucharnos, nos dimos cuenta que más allá de ser víctimas, nuestra memoria está llena de actos de resistencia y fortaleza que nos han hecho las mujeres que somos ahora…
Mujeres con la fuerza suficiente para seguir transitando el camino de la vida, para liderar distintos procesos sociales en los municipios a los que pertenecemos y sobre todo para reivindicar nuestra dignidad haciendo llegar nuestro mensaje a las nuevas generaciones.